Otro Comercio, otra economía.
Los grupos económicos han concentrado las riquezas hasta el hartazgo. La producción, comercialización y distribución de diversos productos se encuentra en pocas manos. Sin embargo, cada vez más personas en todo el mundo se organizan para generar redes de comercio justo que enfrentan esta situación de injusticia y monopolio. En Mendoza, el Almacén Andante es un ejemplo de esto, constituyéndose en un colectivo de trabajo dedicado a la comercialización de productos de organizaciones populares con un sentido colectivo de decisión horizontal.
Todo comenzó hace dos años. La Red de Comercio Justo de Mendoza fue impulsada por diversas organizaciones entre las que podemos encontrar a la Unión de Trabajadores Rurales sin Tierra (UST), El Centro de Documentación ‘Ideas del Sol’, la Biblioteca Popular “Mirador de las Estrellas”, la editorial “El Colectivo” y el nOTICIERO pOPULAR. Con el tiempo se agregaría el Centro Cultural Israelita, El Espejo y la Biblioteca Popular “Armando Tejada Gómez”.
La Red de Comercio Justo busca fortalecer las formas de construcción horizontal y colectiva, tratando de facilitar la llegada de productos alimenticios, culturales y en general, a los diversos puestos que se encuentran en la provincia de Mendoza. Su intento consiste en generar una lógica otra a la lógica del modo de producción capitalista, propiciando un consumo responsable y una cadena de producción que evite la explotación en cualquiera de sus formas. Un precio justo, un salario justo, una distribución justa y un consumo justo.
A partir de esta Red es que surge el Almacén Andante (1). Este colectivo, inspirado en el trabajo que desarrolla “Puente del Sur” en la provincia de Buenos Aires, busca llevar a la puerta de sus consumidores un bolsón con diversos productos en donde se puede encontrar: panificación (en manos de Lucía y Carina del Bº La Favorita), salsa de tomate, tomate entero y mermeladas (UST); aceite de oliva, fideos, harina integral y especias; sahumerios y perfumes para telas. En los “productos culturales” conseguís: cuadernos, agendas y juegos de mesa (El Espejo), los libros de la editorial “El Colectivo” y también audiovisuales del noticiero popular; entre otros productos.
El Almacén Andante podría enmarcarse en lo que se ha denominado Economía Popular Solidaria y que construye, en sus rasgos más generales, lo siguiente: 1) una relación horizontal y un trabajo colectivo entre los participantes de los diversos eslabones productivos, 2) la reinversión de la “ganancia” que se convierte en más materia prima que posibilita continuar con la producción (o mayor cantidad de puestos de trabajo) y 3) comercialización de productos sanos, de buena calidad y a un precio justo (justo para el consumidor y justo para el productor).
La necesidad de ir mes a mes a golpear la puerta de aquellos que abrazan esta propuesta tiene como objetivo reemplazar, principalmente, el ‘consumo de supermercado’ (consumo muy elevado en la provincia de Mendoza) por otro que lleve la impronta de un alimento sano, un proceso de decisión colectiva, un intento de reforma agraria integral, soberanía alimentaria, cada vez mayor acceso a ‘productos culturales’ como así también una voluntad de amor; voluntad contraria a la que propicia el Capital cuando explota a sus empleados y empleadas, les roba su trabajo, recorta sus sueldos, elimina sus vacaciones y acorrala a sus trabajadores y trabajadoras en condiciones de vida indignas.
Este es Otro Comercio y Otra Economía porque rompe con la lógica tradicional y obsesiva alrededor de la “ganancia”. El “excedente” del otro comercio que genera el Almacén Andante es destinado a reinvertir en los diversos eslabones y modos de organización que se ha dado este colectivo de trabajo. Al no existir acumulación, no existe especulación. Como no hay especulación, todo lo que entra es destinado a continuar con las actividades que hacen posible el espacio y, de esta manera, reproducen una forma de trabajo muy diferente a la que proponen las empresas y los empresarios y empresarias.
La red se sigue agrandando. Millones de otros y otras tejen sus modos en Latinoamérica y el mundo. Lo que el Capital no puede explicar es el espacio que hoy ocupan otras economías, otras formas de hacer cultura, otra educación y otro mundo que día a día subvierte las situaciones de inequidad y discriminación. Nosotros creemos que Otro Mundo es posible.
(1) Esta iniciativa también es apoyada desde la Secretaría de Extensión Universitaria de la Universidad Nacional de Cuyo a través de uno de los proyectos “Mauricio López”.
(2) Muchos estamos esperando las disculpas que economistas neoliberales y Facultades de Ciencias Económicas deben darnos después de una nueva manifestación crítica de la bolsa de Wall Street que sólo demuestra que este modo de producción es ineficiente y dependiente de la especulación. Otros hombres y mujeres, más exigentes, esperan ver la pira producida por millones de programas de estudio, libros y revistas que afirmaban que esta etapa neoliberal sería la salvación a través de la mano invisible del mercado, la abundancia del trabajo a partir de la inversión extranjera en los países del Sur y el fin de la Historia después de que la democracia liberal diera las únicas soluciones que este mundo necesita. ¿Podrán sincerarse estos profesionales de la economía y quemar estos ‘errores’ en sus diagnósticos y pronósticos? ¿Acaso alguien puede dudar sobre las consecuencias de estas intenciones? No dude más; la lógica neoliberal es la muerte sufrida de la humanidad.
Espacios digitales
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